Después de revisar el contenido del curso, claro que las mujeres migrantes tenemos derecho, a pesar de no tener residencia. Lo importante aquí es informarse. A pesar de que resulta a veces confuso tanta información, trámites y que parece que no se va a salir de una situación, conocer los procesos ayuda bastante. Por eso creo necesaria una red de apoyo, para perder el miedo y recorrer el camino acompañadas. En mi caso, a pesar de tener ya la doble nacionalidad, son consciente de las oportunidades, pero igual sigue siendo un aprender. Todavía siento miedo frente a ciertos trámites, por ejemplo, ahora que no encontramos como empadronarnos.
Comparto palabras de ánimo para las que me lean y para mí. Hay que seguirse informando, tener una red de apoyo y continuar.