Marta Cirujano
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Marta Cirujano
ParticipanteCompletamente de acuerdo con Ana Lucia (#1815)
En la (i)lógica de mercado actual de oferta-demanda, me parece bastante claro que si no hubiese una demanda, no existiría la oferta.
¿Por qué existe esa necesidad de poseer otros cuerpos, de maltratarlos, de volver a una persona un objeto? ¿Y por qué son los hombres los usuarios de este mercado?
El mercado sexual (todo él, desde la pornografía hasta la TES) es una cuestión de poder: si pagas tienes acceso y derecho de uso. Si los hombres tuviesen relaciones más sanas con el resto de personas, pero sobre todo consigo mismos, y una masculinidad equilibrada, yo creo que no existiría la violencia sexual.Para mí, la desaparición del patriarcado es la meta actual, creo que la mayor parte del resto de problemas, desaparecerían por sí mismos ya que son intrínsecos a este primero.
Pero como no tenemos la varita mágica, toca ir avanzando paso a paso, además de protegiendo todo conseguido.Marta Cirujano
ParticipanteBuenas tardes,
Al igual que mis compañeras, considero que para abordar de manera intersectorial a una víctima de TES, se deberían poner en marcha varios dispositivos y un equipo multidisciplinar, de manera que se pueda personalizar no sólo la atención a la persona, si no poder considerar su entorno familiar, cultural, económico, etc...
Actualmente la intersectorialidad ha avanzando desde el binomio inicial género/raza, para incluir otras opresiones, al menos de manera teórica; pienso que la mayor dificultad reside en que tanto el sistema de protección y atención, como la propia estructura, se basan en un orden patriarcal, por lo que es muy difícil la comunicación entre los diferentes sectores que deberían estar involucrados (fuerzas del orden, sistema sanitario, educativo, judicial, etc..) esto conlleva que, aún en el caso de tener profesionales formadas (que todavía hay muy pocas y están aisladas cuando no ninguneadas) los protocolos impiden la conversación y articulación entre ellas.
Capítulo aparte merecería la gran descompensación entre las iniciativas y avances sociales y políticos entre los países de captación, y las pocas y flojas iniciativas en los países receptores/consumidores.
Añadir por último, y como ya se ha comentado en los anteriores debates, el hecho de que la trata sea un gran negocio en manos de grupos de poder, hace que no haya una voluntad real de abordar el problema integralmente, por lo que siguen siendo las mujeres profesionales dentro del sistema, y las organizadas desde fuera, la que hacen el mayor y mejor trabajo en este aspecto, tanto en atención, como en incidencia.
Marta Cirujano
ParticipanteBuenas tardes,
Al igual que mis compañeras, considero que no es lo mismo trata de personas que tráfico de migrantes, aunque como ha compartido Gladys, tienen elementos comunes en la acción y el medio (los factores que la causan, el engaño, la ilegalidad, el beneficio económico de la red, la vulnerabilidad de las personas en ambos casos, etc.) y aunque a priori, los fines son distintos, la diferencia es tan fina que a veces no existe, ya que la mayoría de mujeres migrantes en redes ilegales son sometidas a violencia sexual, y muchas de ellas retenidas durante el trayecto o a la llegada para ser explotadas laboral o sexualmente, extorsionar a sus familias, o varias situaciones al mismo tiempo.Marta Cirujano
ParticipanteBuenas tardes, compañeras,
Todas las anteriores respuestas me parecen interesantes y las medidas aportadas muy válidas y necesarias para atajar integralmente esta lacra.Por no repetirme, quiero encarar la respuesta desde una perspectiva más teórica y aplicando la fórmula que, desde el feminismo, proponemos hace ya décadas... para cualquier política pública hace falta como mínimo: voluntad política nacional y supranacional, un liderazgo claro, y un presupuesto acorde; y de momento a nivel supra no hay nada de lo que habéis comentado anteriormente, y muy poco a niveles nacionales; creo que actualmente con lo único que contamos es con el empuje del feminismo y las mujeres activistas que le dan un poco de visibilidad al tema.
Y por el entrar mínimamente al debate de moda, aporto un poco al comentario de Raquel sobre el abolicionismo con algunos puntos desde el pragmatismo, ya que aunque yo soy teórica e íntimamente abolicionista:
- El abolicionismo, o la desaparición de la prostitución (sea trata o sea mercado) no es para mañana, ni para pasado, y requiere una transformación tal, que cuando eso pase, el patriarcado estará herido de muerte.
- Me parece que hay que diferenciar entre la trata de personas que convierte a las mujeres en esclavas, y las trabajadoras sexuales, como se denominan ellas mismas. En España al menos, la prostitución, no es ilegal pero tampoco legal del todo, lo que deja a l@s trabajador@s sexuales, en su mayoría mujeres abocadas a esta actividad, sin un marco de DD laborales y absolutamente desprotegidas.
- El derecho al acceso al cuerpo de las mujeres sin su consentimiento libre, ya sea través del pago, la violencia, el engaño, los matrimonios forzados, etc... es una cuestión de dominación cultural, y aunque se implementen políticas políticas, éstas unicamente ayudan al cambio cultural, del que la TFES, está en la parte visible del iceberg, pero se sustenta en todo lo invisible que hay abajo del nivel.Pienso que el movimiento de mujeres, en los últimos años, está consiguiendo dejar a la vista cada vez más volumen del Iceberg, y eso está provocando una reacción.
Y me perdonan la extensión del escrito.
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